El Impuesto de Sucesiones y Donaciones es un impuesto injusto, tal y como está funcionando en estos momentos, y que apenas ha sido reformado a pesar de ser un impuesto muy antiguo. Hasta 2015 nadie hablaba de esta injusticia en el Parlamento andaluz. No se presentó ninguna iniciativa en la legislatura anterior respecto a este impuesto. Y nunca el Gobierno andaluz ha actuado ‘motu proprio’ para acabar con esta injusticia social.
El comienzo del fin de este impuesto en Andalucía fue el acuerdo de presupuestos de la Junta de Andalucía para 2016, firmado entre Ciudadanos y el PSOE, que incluía en su punto 2 la creación de “un grupo de trabajo al objeto de estudiar la estructura, impacto y reducción del impuesto de Sucesiones y Donaciones, así como su armonización con el conjunto del Estado”.
Fruto de ese acuerdo y de ese grupo de trabajo se han llevado a cabo en 2016 y 2017 las reformas conocidas, cuyos puntos más destacados, entre otros muchos, son la subida del mínimo exento de 175.000 a 250.000 euros y la exención de explotaciones agrarias.
Finalmente 2018 va a ser el año en el que este impuesto deje de ser una preocupación para los andaluces. Ciudadanos se ha encargado de acabar con él, algo que ni PSOE quiso ni PP pudieron. Por tanto, un claro ejemplo de eficacia política.
Ante la injusticia social de este impuesto, desde Ciudadanos hemos actuado con determinación, sensatez y eficacia, y hemos sido fieles a nuestra propuesta de armonización del impuesto con un mínimo exento de un millón de euros por heredero, que afectará al 99% de los andaluces.
La armonización del impuesto de sucesiones ha empezado desde Andalucía, ante la ineficacia del PP, que ha podido reformar la Ley 29/1987 del Impuesto de Sucesiones y Donaciones en el Congreso de los Diputados durante la legislatura anterior, donde tenía mayoría absoluta. No necesitaba a nadie para eliminar este impuesto injusto y no lo hizo. Su actuación ha sido totalmente opuesta a la eficacia mostrada por Ciudadanos, que con solo ocho diputados ha obligado al gobierno socialista a hacer lo que no quería hacer.
Ciudadanos tiene el mismo discurso en todas las administraciones: lo que defiende en Andalucía es lo mismo que defiende en otras CCAA y en el ámbito nacional. Sin duda, cuando el apoyo ciudadano en las urnas sea mayor, se conseguirán reformas como la de Sucesiones con mayor fuerza y menor dificultad.
Lo conseguido con el Impuesto de Sucesiones en Andalucía es un hito histórico. En una Comunidad donde las subidas de impuestos eran la tónica, Ciudadanos ha conseguido darle la vuelta a esta tendencia y convertir a Andalucía en una comunidad donde se traslada a la ciudadanía las mejoras en la economía, vía impuestos.
Además de estas rebajas de impuestos (también se bajó el IRPF también por exigencia de Cs) se están consiguiendo importantes incrementos presupuestarios en Sanidad y Educación, lo que demuestra que se pueden mejorar los servicios públicos y, a la vez, bajar los impuestos. Sólo falta gestionarlos mejor, una tarea que corresponde al Ejecutivo andaluz.
Existe otra forma de hacer política a base esfuerzo y determinación, trasladando de forma eficaz y sensata las demandas de la ciudadanía a la acción política. Desde posiciones centradas y sin gritar; sólo trabajando, que es únicamente para lo que estamos aquí.
Artículo del parlamentario Carlos Hernández publicado en Málaga Actualidad.