• La escuela, accesible sólo para personas con prescripción médica, no está en manos de un fisioterapeuta y cuesta un 135% más que el resto de actividades

 

 

El portavoz del Grupo Municipal Ciudadanos en el Ayuntamiento de Fuengirola, Javier Toro, ha exigido hoy la reanudación de la escuela de espalda, una actividad deportiva que se desarrolla en la piscina cubierta María Peláez accesible sólo por prescripción médica y que ha cerrado sus puertas durante el verano. Al mismo tiempo, Toro ha solicitado que la escuela se ponga en manos de un fisioterapeuta, y no de un monitor, y que se establezca su gratuidad, o al menos que no se cobre más que el importe que se aplica a la mayoría de las escuelas que forman la oferta deportiva municipal, ya que actualmente cuesta más del doble.

 

A pesar de la finalidad terapéutica de la escuela de espalda, la Concejalía de Deportes ha decidido cerrar las puertas de esta actividad este verano, de modo que “actualmente todos los usuarios se han quedado sin su terapia de natación y quienes comiencen a padecer estos meses dolencias para las que sea beneficiosa esta actividad deportiva, tendrán que esperar al menos hasta septiembre, si es que hay plazas”, ha explicado Toro.

 

Para el portavoz de la formación naranja, esta política “no es de recibo, sencillamente porque las necesidades médicas no cesan por la llegada del verano”, por lo que ha pedido al equipo de gobierno que “recapacite y que reanude la escuela de espalda a la mayor brevedad posible”.

 

Un fisioterapeuta y una tasa más baja

 

Al mismo tiempo, Toro consideró que, “dada su finalidad, la escuela de espalda debería estar en manos de un fisioterapeuta, y no de un monitor”, como ocurre hasta ahora. “Los usuarios no son personas que simplemente quieren practicar deporte o ir a la piscina, son personas que están en proceso rehabilitación o que padecen una afección médica y que por ese motivo acuden a la escuela de espalda, por lo que deben estar en manos de profesionales”, argumentó.

 

Por último, el portavoz de la formación liberal en Fuengirola ha considerado “injusto” el precio de la actividad y ha señalado que “no se pueda penalizar económicamente una necesidad médica”. Con tres sesiones semanales, y a pesar de contar con un fisioterapeuta, la escuela de espalda cuesta 33 euros, cuando la mayoría de actividades valen 14 euros. Por ello, y porque “no puede ser que haya alguien que se quede sin rehabilitación o sin terapia por no poder pagar”, reclamó que la actividad pase a se gratuita o que al menos no cueste más que otras escuelas deportivas.