Escribo aún con la indignación que me causaron las declaraciones de Pep Guardiola haciendo una comparativa de los que luchan y se solidarizan con el cáncer y los que hacen lo mismo con los políticos presos, entre los que se encuentra de forma destacada este señor. Como escribí ayer en un tuit: “Sr. Guardiola: yo no elegí, como tantos otros, tener cáncer. Estos políticos que están presos eligieron incumplir la ley. ¿Cómo puede hacer usted semejante comparación?” No le vendrían mal ciertas dosis de humanidad a esa ceguera independentista.
Aquí, mientras, desde el sur, desde esta tierra bendita que se llama Andalucía, asistimos a los últimos coletazos del bipartidismo. Andalucía necesita despertar. Una tierra sometida a un régimen que dura casi 40 años, monopolizada por el PSOE ante la incapacidad de un PP que no ha sido alternativa de nada en todo ese tiempo. Un régimen que nos ha llevado a la cola en educación y empleo, y que cada día cuenta con una sanidad más cuestionada. Pero no solo eso: un régimen con una particular forma de entender la gestión de las instituciones. Una gestión que ha provocado multitud de casos de corrupción que nos han avergonzado e indignado a todos, y que seguimos padeciendo.
El bipartidismo ha convertido a las instituciones en agencias de colocación, donde el carné del partido y el amiguismo han sido tristes protagonistas de diferentes responsabilidades, acorralando el mérito, y donde el talento apenas tiene cabida.
Me he unido al proyecto Ciudadanos porque creo que es la única esperanza para transformar nuestra comunidad. Un movimiento joven y sin ataduras. Con una ilusión enorme de cambiar un rumbo decadente y tantas veces indecente. ¿Cómo Andalucía con tantas capacidades de sus gentes y tanta riqueza está en el furgón de cola?
Me niego a aceptar esa triste realidad y me incorporo desde la sociedad civil a Ciudadanos para luchar por ese cambio tan necesario. ¡Despierta, Andalucía!
Artículo publicado en “Málaga Actualidad”