Las medidas acordadas en el pacto de gobierno PP-Cs, que ha cambiado por primera de vez el color del gobierno autonómico, suponen un cambio en las políticas desarrolladas hasta ahora en Andalucía.

En primer lugar, por el color naranja de las medidas de regeneración democrática incluidas, Andalucía, que debe ser, como dice Javier Imbroda, el contrapeso a las derivas independentistas, tiene que recuperar su sitio como comunidad que reclama igualdad y que apuesta claramente por España.

Hemos acordado una reducción de altos cargos, la supresión de aforamientos, una oficina contra la corrupción y el fraude, la supresión de entes superfluos como el Consejo Consultivo, la devolución a los andaluces de fondos defraudados en el caso ERE, una investigación parlamentaria de casos como el de la FAFFE y una auditoría por parte de la Cámara de Cuentas, como primera medida, prometida por Ciudadanos en la campaña electoral.

En segundo lugar, figura el bloque de reformas económicas con el objetivo de crear empleo y modernizar nuestra economía. Hemos acordado finiquitar el 2-3% que queda del impuesto de sucesiones, tras las reformas realizadas en esta legislatura pasada; reducir el impuesto al trabajo (IRPF) en su tramo autonómico, y el de actos jurídicos documentados, para igualarlos a la media nacional; poner en marcha unos planes de empleo eficaces contando con los que crean empleo, con la iniciativa privada; reformar el Servicio Andaluz de Empleo (SAE) para que sea útil a los andaluces y ponga en contacto de forma efectiva a desempleados con empresas; poner en marcha el cheque formación o apostar por la innovación y por el empleo de calidad que genera este sector. También apostamos por el turismo de calidad para diferenciarnos de otros destinos, potenciando el turismo cultural y nuestro enorme patrimonio histórico. Además, implantaremos la tarjeta turístico-cultural que ponga en valor nuestro destino y fidelice a nuestros clientes, mediante una oferta cultural integrada (propuesta de Cs en 2016).

Y, por último, el acuerdo de gobierno de Cs y PP incluye un bloque de medidas para reactivar los servicios públicos, reconociendo la labor de nuestros empleados públicos, apostando por una gestión profesional de la sanidad y apoyando y reforzando a los profesionales docentes.

Un acuerdo ambicioso, con 90 medidas, pero realista, que puede poner a Andalucía en el lugar que se merecen los andaluces, a la vanguardia en eficacia en la gestión pública, regeneración democrática e impulsando la modernización de nuestra comunidad con un ambicioso paquetes de reformas económicas.

El cambio naranja ha empezado en Andalucía.

Artículo publicado en Málaga Actualidad