• El parlamentario Carlos Hernández White recuerda que los sectores beneficiados, el pequeño comercio, la hostelería y la artesanía, son el motor económico de la provincia y confía en que los 137 millones disponibles para el conjunto de Andalucía les permitirá “seguir vivas” durante la pandemia

 

 

Las ayudas directas que pone en marcha la Junta de Andalucía a partir de este mes para las pymes del comercio, la hostelería y la artesanía “son un revulsivo importante para Málaga”, ha asegurado el parlamentario de Ciudadanos Carlos Hernández White, poniendo el énfasis en que dichas aportaciones directas van dirigidas a la hostelería, el comercio minorista y la artesanía, sectores que forman parte esencial del turismo, el motor económico en la provincia.

 

Esta es la preocupación de Ciudadanos desde la Junta de Andalucía, el lograr que estos sectores sigan vivos durante la pandemia, que puedan volver a su actividad normal y no se destruya empleo”, ha asegurado el parlamentario cuando acaba de abrirse el plazo para solicitar este esfuerzo sin precedente en poner en marcha unas ayudas, que van hasta los 3.000 euros por empresa y que serán compatibles con las establecidas por el gobierno central y con los 1.000 euros dirigidos a los autónomos, aprobadas en su día por la Consejería de Empleo.

 

Se trata de un paquete de 137 millones de euros, incluido en el Plan de Apoyo a Pymes y Autónomos de la Consejería de Transformación Económica que gestiona Ciudadanos, dotado con 732 millones, cuyo objetivo pasa porque “las empresas de estos sectores puedan sobrevivir y cubrir gastos fijos como alquileres y suministros”, tras la fuerte caía de ventas sufridas en estos meses. Se trata, además, como ha recordado Hernández White, de un esfuerzo inversor “que venía demandando el sector, con protestas en la calle” y al que el gobierno andaluz “ha sabido escuchar”.

 

El parlamentario naranja ha destacado la labor de negociación emprendida por la Consejería para hacer realidad esta inversión tan demandada por los afectados y que ha sido posible gracias al consenso con empresarios y sindicatos, con el fin de “compensar a estos sectores que han tenido una acusada caída de ventas” y “lo están pasando realmente mal”. “Desde administraciones públicas tenemos que responder ante esas necesidades y conseguir que sobrevivan cubriendo los costes fijos en los que tienen que incurrir estos pequeños negocios”, ha precisado.