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La diputada María del Carmen Prieto critica que el Gobierno andaluz debe en torno a 395.000 euros a los empleados de las de Málaga y Benalmádena

“Los trabajadores de las escuelas de hostelería llevan mucho tiempo viviendo un verdadero calvario que no merecen. Primero tuvieron que esperar, de forma casi angustiosa, que los integraran en el Servicio Andaluz de Empleo y ahora tienen que soportar que no les paguen sus salarios”, ha censurado Prieto.

La parlamentaria ha preguntado precisamente por este asunto al Gobierno andaluz y le ha instado a que encuentre una solución inmediata al impago de las nóminas de los trabajadores que ejercen su labor profesional en las diferentes escuelas de hostelería de Andalucía, y, concretamente, en las que se encuentran en la provincia de Málaga (La Cónsula, La Fonda y el CIO Mijas).

En este sentido, ha cuestionado el plan previsto para hacer frente a estos impagos sin necesidad de llegar a un fallo judicial, ya que en el caso de las escuelas de hostelería de Málaga y Benalmádena la deuda asciende a unos 395.000 euros, además de que “a los trabajadores no se les han respetado las retribuciones que venían cobrando antes de la integración en el Servicio Andaluz de Empleo (SAE) y sería exigible la equiparación”, ha matizado.

Prieto ha insistido en que llevar este problema al ámbito judicial implica gastar más recursos públicos en el pago de intereses de las nóminas adeudadas. “Si se hubieran hecho los pagos en un plazo razonable, no habría que malgastar el dinero de todos, porque hasta el momento se han generado otros 39.000 euros de intereses”, ha concretado.

La parlamentaria se ha preguntado qué culpa tienen los trabajadores de los problemas internos de la Junta o del mal uso que se ha hecho del dinero público por culpa del escándalo de los cursos de formación. Y ha dejado claro que “el Servicio Andaluz de Empleo adquirió un compromiso y una responsabilidad que solo ha cumplido a medias”.

Por último, ha aseverado que Ciudadanos no se va a cansar de exigir lo que es justo para los andaluces, aunque “estamos acostumbrados a la lentitud de nuestra administración”.